Cazar el zorro astuto
por @amuda
El fin del pensamiento colectivo
Somos afortunados por ser la primera generación que vive la revolución de conexión. Existe un pensamiento individual, con derecho a elegir sus fuentes de información, a analizar la información y a dar nuestra opinión, o actuar. Estamos dejando atrás aquel pensamiento colectivo fruto de la revolución industrial, que creó unos pensamientos comunes para todos, definidos a través de las ideologías, como el capitalismo o el comunismo, u otras realidades, ya fueran partidos políticos o sindicatos, pasando por los medios de comunicación y colores de camisas azules o rojas. Había que pertenecer a un grupo para que él pensara por ti. Era una sociedad muy similar al cuento de ‘Cazar al zorro astuto’*…
«Levanta en el bosque una valla de madera de dos metros y medio de largo. Coloca un cebo y deja pasar una semana.
El zorro es demasiado astuto para caer en una trampa tan sencilla: notará tu olor y evitará el cercado durante varios días. Sin embargo, al final, volverá y se comerá el cebo.
Cuando pase la semana, levanta otro tramo de valla, formando un ángulo recto con el primero. Coloca más cebo.
El zorro evitará de nuevo la valla durante varios días, pero acabará comiéndose el cebo.
Cuando regreses al final del mes, el zorro estará brincando encantado por la seguridad de su cercado, y lo único que tendrás que hacer será cerrar la cancela. El zorro está atrapado.»
Esto es lo que nos ha pasado a nosotros en la era industrial. Se construyó la trampa de la que somos prisioneros, la trampa tardó siglos en prepararse, los cebos eran un buen salario, mejor salud y unos reconocimientos. Fuera quedaban la amenaza de la vergüenza y los riesgos.
Pero todo esto está cambiando, con el nuevo mundo de la conexión. Y está avanzando sin parar gracias a que ellos no aceptan el cambio y continúan atrapados en su mundo industrial.
El cuento de ‘Cazar al zorro astuto’ es de S. Godia.
Querido Amuda,
Gracias por el post de este cuento que no conocía. Y gracias por ser tan optimista, seguramente ha sido una conditio sine qua non para que pudieras alcanzar lo que querías. Yo soy mucho más pesimista sobre lo bueno de tanta conexión… Tenía la misma ilusión tuya; pensaba: “Qué bien, ahora que TODO el mundo tiene TODA la información, seguro que nos convertiremos en personas más inteligentes, más justas, más preparadas para defendernos de la demagogia de los potentes. Somos libres”. No ha sido así. Mucho (afortunadamente no todos) usan tanta disponibilidad de información solo para confirmar, subrayar, fortalecer sus convencimientos. En lugar de comparar, razonar y llegar a conclusiones, lo único que hacen es buscar ladrillos “amigos” para fortalecer sus castillos. Qué tristeza! No digo que la “superinformación” sea mala (y de hecho ya hay ejemplos positivos en lo que llamamos tercer mundo), pero que faltan años para que todos aprendan a utilizarla bien. Un abrazo.